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Alumno vigoroso

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sábado, 16 de febrero de 2008

REFLEXIONES PARA UNA RESIGNIFICACIÓN

REFLEXIÓN PARA UNA RESIGNIFICACIÓN.
Es verdad, el desafío de la democratización es el desafío de incluir la diferencia para excluir la desigualdad; de allí que sea importante el paso entre la cultura de la enseñanza y la cultura del aprendizaje, donde se reconozca la legitimidad de la incertidumbre, de lo no sabido, de la carencia y desde allí se vuelva a legitimar la enseñanza como proyecto.

“No en vano los gurús del desafío de la transformación replican que este implica tres movimientos:
a) Del conocimiento personal e implícito inscripto en la memoria, los rituales y las metáforas a su conversión en conocimiento colectivo y explícito que opera en los proyectos de cambio.

b) De la gestión escolar rutinaria y basada en el control a la gestión escolar integrada e interactiva basada en la generación de conocimiento y aprendizaje.

c) De la competencia desaprovechada y la incompetencia ignorada, generada por las condiciones de aislamiento e individualismo de la tarea docente, a la conformación de equipos de trabajo que gestionen y generen conocimiento mediante la autoevaluación y mejora.

¡HACIA DÓNDE IR?Ikujiro Nonaka y Hirotaka Takeuchi, (expertos organizacionales japoneses) diferencian dos tipos de conocimiento: el conocimiento explícito y el conocimiento tácito.

El conocimiento explícito corresponde a la versión occidental y moderna del conocimiento; un conocimiento cuantificable que puede ser fácilmente procesado, trasmitido y almacenado.
El conocimiento tácito, en cambio, es de naturaleza subjetiva e intuitiva, lo que dificulta su procesamiento o transmisión de forma lógica y tiene sus raíces en lo más profundo de la experiencia individual, en los ideales, valores y emociones de cada persona.

Nonaka y Takeuchi, identifican dos dimensiones del conocimiento tácito: una técnica y otra cognoscitiva. La dimensión técnica incluye las habilidades no formales que suelen denominarse know – how (saber cómo hacer un trabajo o una tarea). La dimensión cognoscitiva del conocimiento tácito incluye los esquemas, modelos mentales, creencias y representaciones que configuran la visión de la realidad, la actual y la futura.
Aunque no resulten fáciles de enunciar estos modelos implícitos controlan la forma en que se percibe el mundo.

“El conocimiento tácito de los individuos es la base de la creación de conocimiento organizacional” dicen Nonaka y Takeuchi . La importancia asignada al conocimiento tácito trae algunas consecuencias importantes para cambiar la perspectiva desde la que habitualmente se visualizaron los procesos de cambio en la organización escolar.
En primer lugar, el cambio empieza a considerarse de una forma completamente distinta. No se trata sólo de unificar el conocimiento explícito, como suele hacerse desde cierta práctica extendida de capacitación docente que se basa en acciones generalmente individuales y descontextualizadas del mundo de la práctica. Tampoco se trata ya de “bajar instrucciones” a las escuelas, instrucciones que por sí mismas resultan insuficientes para producir cambios. Se trata, en cambio, de entender la innovación como un compromiso de toda la organización en el que la creación de nuevo conocimiento no consiste sólo en aprender de otros o en adquirir
conocimiento del exterior sino que demanda una interacción intensa y laboriosa de todos y cada uno respecto de sus propias experiencias y habilidades, de sus creencias y representaciones que no puede ser adiestradas desde el exterior sino que necesitan ser nombradas y reconocidas para luego reformularse y enriquecerse. Esa es la razón por la cual la gestión del Cambio en la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen debe nacer del contexto social que permea, es decir: La Dorada. Solo así se entiende una resignificación.

No podemos perder del horizonte que la gestión del cambio, como gestión del conocimiento, implica desarrollar nuevos dispositivos y recursos específicos, pero sobre todo, comienza por la revalorización del conocimiento que se genera y se transforma desde el adentro escolar.

La conversión del conocimiento
Lo más interesante de los estudios realizados por los autores japoneses, fue el descubrimiento de cómo el conocimiento tácito se convertía en explícito en situaciones de trabajo. Ese proceso de conversión, de tácito a explícito sugiere tres características que hacen a la creación de conocimiento; a) expresar lo inexpresable, para lo que se acude al lenguaje de las metáforas y analogías b) pasar del conocimiento personal al conocimiento compartido y c) aceptar las condiciones de ambigüedad y redundancia.

Las metáforas y analogías son formas de expresar de manera simbólica aquello que se intuye, aquello que se sabe o se siente pero que aún no puede ser pensado como información. Ese lenguaje es muy efectivo para empezar a poner en palabras lo que se conoce de manera tácita y así comenzar a comunicarlo a otros. De esta manera el conocimiento tácito, que siempre es de un individuo, comienza a transformarse en conocimiento compartido.
La actividad lúdica de generar metáforas, lemas y analogías promueve el diálogo acerca de las creencias y representaciones, las imágenes mentales y percepciones. Y ese juego dialógico está teñido de la imprecisión y ambigüedad que caracteriza la búsqueda del conocimiento.

Es evidente que bajo el paradigma de una gestión escolar de características administrativas o burocráticas, preocupadas por tramitar información, establecer objetivos y medir resultados, los procesos de creación de conocimiento resulten poco atractivos, cuando no decididamente inapropiados. Porque en ese juego inicial hay algo fuera de control, algo imprevisto, caos, creación.

A diferencia de otros autores, Nonaka y Takeuchi no conciben al conocimiento explícito y tácito como entidades separadas, sino como complementarias con posibilidad de interacción entre sí a través de un proceso de conversión del conocimiento, que supera la idea racionalista del aprendizaje como proceso deductivo y la idea empirista de aprendizaje como tabula rasa, donde la transformación de conocimiento es básicamente unidireccional de conocimiento explícito a tácito.

Una organización con capacidad de innovación, una Institución que aprende, una comunidad de aprendizaje, permanentemente crea conocimiento mediante continuos procesos de relación entre el conocimiento explícito y el conocimiento tácito.

Es el proceso que se da al compartir experiencias dentro del marco organizacional. Los miembros de la Institución vamos definiendo los “modos en que se hacen las cosas aquí” pero esto suele ser algo, que aún conformando modelos mentales y habilidades, no es explícito y se accede a él por la observación, imitación o práctica. Si bien su reconocimiento implícito promueve la integración del individuo al grupo, este proceso no proporciona una comprensión sistemática sobre el saber hacer, ni puede ser comunicado aún. En la Socialización, la experiencia compartida genera conocimiento tácito.” ¿Solo nos queda manos a la obra; pero sin el miedo a la desconocido que se convierte en la queja profunda y en la excusa manida.

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