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domingo, 17 de febrero de 2008

¡APUNTANDO A LA FÍSICA!


la física que no se aplican en Hollywood
En general, los directores de películas en Hollywood siguen las leyes de la física, pues no les queda otro remedio. Sin embargo, cuando se las tienen que ver con los efectos especiales, parecen olvidarse del modo en que funciona el mundo en realidad.
1. Esos coches que explotan
Cuando estás viendo una peli de acción trepidante, simplemente basta un choque, o quizás un rastro de goteante gasolina que actúa como mecha, y de repente ¡bang! Ves una explosión terrorífica completa y violenta. Pero la gasolina no explota a no ser que se mezcle con un 93% de aire. Las explosiones inducidas por gas se descubrieron en las películas hace relativamente poco (no se las ve en los films en blanco y negro) y ahora la audiencia ya las da por descontadas. En general, no hay necesidad de precipitarse al exterior de un coche accidentado, arriesgándose a sufrir heridas, porque se tema una explosión inminente – probablemente esto no va a suceder.
2. El sonido que se mueve más rápido que la luz
Hollywood siempre se equivoca en esto. En las películas, los truenos no siguen al relámpago (tal y como sucede en la vida real, puesto que el sonido es más lento) sino que ocurren simultáneamente. De igual modo, un distante volcán entra en erupción y la explosión se escucha inmediatamente, en lugar de cinco segundos más tarde por cada milla de distancia (1,6 Km) recorrida. El “boom” de las explosiones en los campos de batalla llegan inmediatamente, sin importar lo lejos que esté el espectador. Incluso las cosas pequeñas, como el “crac” de un bate de béisbol impactando contra la bola, ocurre en el cine de forma simultánea al contacto entre ambos cuerpos, cosa que no sucede en el juego real.
3. Todo se ilumina: el mito de la radioactividad
Las películas te harán creer que la radioactividad es contagiosa y que te hace brillar en la oscuridad. ¿De dónde han sacado esta idea, de los Simpsons? Quizás, pero la verdad es que las formas más comunes de radioactividad te harán ser radioactivo solo si las partículas radioactivas se te quedan pegadas. La radioactividad no es contagiosa. Si una persona es expuesta a los neutrones radioactivos de un reactor nuclear, luego podrá ser ligeramente radioactivo, pero ciertamente no brillará. Y como las cosas radioactivas solo emiten luz cuando se topan con fósforo (como el recubrimiento interno de la superficie de un tubo de televisión) realmente no tienes necesidad de preocuparte.
4. Los impactos de bala y las patadas de kung fu hacen que quien los recibe salga volando por la habitación
Con la llegada de la nueva generación de películas de Kunf fu (entre las que incluyen Matrix o Los Ángeles de Charlie) simplemente no se puede escapar del influjo de la mala física. Si, las escenas de acción son espectaculares y todo lo que quieras, pero en el mundo real el momento se conserva, de modo que cada acción tiene una reacción igual pero opuesta. Así que cuando ves a una chica dar una patada a alguien y hacerle atravesar volando la habitación, técnicamente la persona que da la patada (o que sostiene el arma) debería volar también por la sala en dirección contraria - a no ser que estuviera apoyada contra una pared.
5. Leyendas sobre las caídas
No nos sorprende cuando el personaje de dibujos animados llamado el Coyote, corre desde lo alto de un risco hacia delante, y queda suspendido momentáneamente antes de caer. Pero en las películas, los autobuses y los coches no deberían ser capaces de saltar sobre el vacío de los puentes, incluso cuando van a toda velocidad. El hecho es, un vehículo caerá incluso aunque se mueva a a la velocidad. Durante el terremoto de 1989 en San Francisco, un conductor vio un agujero sobre el puente demasiado tarde, y probablemente inspirado por las películas, aceleró para intentar cruzarlo. Desafortunadamente las leyes de la física no estaban anuladas, y cayó al agujero y se estrelló al fondo del mismo. Las películas con efectos especiales deberían venir con este aviso: “En esta película se han violado las leyes de la física. No intente realizar estas acciones en casa”.
6. Los sonidos de la ciencia
En la gran pantalla, verás a la gente gritar a medida que sus coches viajan a cámara lenta sobre el vacío en el puente. Aunque el problema es que sus voces no cambian. En realidad, si ralentizas el movimiento en un factor de dos, la frecuencia de todos los sonidos debería de caer una octava. Las mujeres sonarían como hombres, y los hombres sonarían como Francisco Umbral*. El sonido es una oscilación del aire. Un do medio, por ejemplo, equivale a 256 vibraciones por sonido. Si el tiempo se ralentiza, entonces hay menos ciclos por segundo, y como resultado el sonido es más grave.
* (Nota del T.: Henry Kissinger en el original).
7. ¡Impacto de obús! La artillería que solo explota hacia arriba
En las películas, los obuses tienden a matar solo a la persona a la que le cae encima. Esto parece un derroche de artillería ya que (si te crees las películas) cada obús obtiene el mismo resultado que una sola bala de rifle. Pero en la vida real, los obuses de artillería explotan en todas las direcciones, matando a todos los que se encuentran a su alrededor. Parece que a los directores de películas les gusta que sus actores corran a través de un campo bombardeado por obuses, pero no quieren que sus actores mueran, de modo que lo arreglan provocando explosiones en agujeros subterráneos que explotan hacia arriba, ignorando a todos aquellos que se encuentren a más de metro y medio.
8. Las balas chispeantes
Lo de las balas chispeantes es un invento relativamente moderno en el mundo de los efectos especiales. El truco permite que la audiencia sepa que la bala ha errado el objetivo por muy poco. En la vida real, las chispas aparecen cuando se rasca acero y otros metales duros contra superficies macizas (por ejemplo ladrillos) porque las piezas pequeñas de materiales quebradizos se calientan hasta que brillan y salen volando. El problema aquí es que las balas generalmente están hechas de plomo, que es denso y blando, ya que se trata de impedir que las balas estropeen el cañón de acero del arma. ¿No te has dado cuenta que nunca se ven chispas saliendo del frontal del cañón del arma? Eso es porque lo que ves son balas de plomo.
9. El sonido viaja por el espacio
Esta es la madre de todas las quejas que los científicos realizan sobre las películas del espacio. Por ejemplo, en el espacio el héroe no debería ser capaz de gritarle instrucciones a otro astronauta que se encuentra a varios metros de distancia. La saga de películas “Alien” corregía esta falsa impresión con este eslogan: “En el espacio, nadie puede oír tus gritos”. Y es cierto, el sonido es la vibración del aire, y se siente cuando el aire hace a su vez vibrar tus tímpanos. Pero intenta olvidar esta regla en cuanto puedas, o te arruinará un buen puñado de películas.
Extraído del libro de mental_floss: “Conocimiento condensado: una guía deliciosamente irreverente para sentirse inteligente de nuevo”, original en inglés publicado con permiso de Neatorama.
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